SIN MIEDO A LA GRASA
En el mundo de la alimentación y la salud, la grasa animal ha sido objeto de controversia durante décadas. Algunos la consideran un enemigo mortal, mientras que otros la veneran como un nutriente esencial para una vida plena y saludable. Es caracterizada por su alto contenido en grasas y bajo en carbohidratos, la grasa animal adquiere un papel protagónico, convirtiéndose en la principal fuente de energía y aportando un sinfín de beneficios que van más allá de la simple saciedad.
Desmontando mitos y entendiendo las bases:
¿Qué son las grasas animales?
Las grasas animales, también conocidas como grasas saturadas, son un tipo de lípido que proviene de fuentes animales como la carne, el pescado, los huevos y los productos lácteos. A diferencia de las grasas vegetales, las grasas animales se caracterizan por tener una mayor proporción de ácidos grasos saturados, los cuales suelen ser sólidos a temperatura ambiente.
Más allá de la energía
A pesar de la mala reputación que han adquirido en el pasado, las grasas animales deberían ser parte de nuestra dieta diaria ya que ofrecen una amplia gama de beneficios para la salud:
1. Fuente de energía excepcional: Las grasas animales son el combustible principal para nuestro cuerpo. Al consumirlas, el cuerpo las convierte en cetonas, moléculas que proporcionan energía al cerebro, músculos y otros tejidos, especialmente cuando la glucosa (azúcar en sangre) es escasa.
2. Saciedad prolongada: Las grasas animales tienen un alto poder saciante, lo que significa que ayudan a controlar el apetito y la sensación de hambre por un período prolongado. Esto puede ser particularmente beneficioso para las personas que siguen un estilo de alimentación que se adapte al ayuno intermitente, ya que les permite reducir la ingesta total de calorías y facilitar el control del peso.
3. Salud cardiovascular: Contrariamente a la creencia popular, no todas las grasas saturadas son perjudiciales para la salud cardiovascular. De hecho, algunos estudios han demostrado que el consumo de grasas saturadas de origen animal puede aumentar el colesterol HDL ("bueno") y disminuir los triglicéridos, mejorando así el perfil lipídico en sangre.
4. Función cerebral óptima: Las grasas animales son esenciales para el desarrollo y la función cerebral. Son una fuente importante de ácidos grasos DHA y EPA, los cuales son cruciales para la memoria, el aprendizaje, el estado de ánimo y la salud mental en general.
5. Fortalecimiento de huesos y dientes: La vitamina D, abundante en grasas animales como la mantequilla y las yemas de huevo, juega un papel fundamental en la absorción de calcio, esencial para mantener huesos y dientes fuertes y prevenir enfermedades como la osteoporosis.
6. Refuerzo del sistema inmunológico: Las grasas animales contienen vitaminas liposolubles A, D, E y K, que son esenciales para un sistema inmunológico fuerte y la prevención de enfermedades.
7. Piel radiante y cabello saludable: Las grasas animales aportan ácidos grasos que son cruciales para la salud de la piel y el cabello. Ayudan a mantener la piel hidratada, elástica y protegida, y contribuyen al crecimiento y brillo del cabello.
Incorporando grasas animales a nuestra dieta diaria
Si bien las grasas animales son un componente clave de la dieta durante la práctica del Ayuno Intermitente es importante elegir fuentes de alta calidad. Algunas recomendaciones para su inclusión incluyen:
- Priorizar carnes magras: Optar por cortes magros de carne de res, cerdo o pollo, eliminando el exceso de grasa visible.
- Pescados grasos: Incluir salmón, atún, sardinas y otros pescados grasos ricos en ácidos grasos omega-3 al menos dos veces por semana.
Para saber cuáles son las mejores opciones de pescados, lee acá - Huevos enteros: Disfrutar de huevos enteros, incluyendo la yema, ya que es rica en nutrientes esenciales. Puedes aprender más sobre el huevo aquí
- Productos lácteos enteros: Consumir lácteos enteros como leche, yogur y queso, preferiblemente de animales alimentados con pastos.
- Grasas saludables: Utilizar aceites de origen animal como el aceite de coco, mantequilla o manteca de cerdo para cocinar y aderezar alimentos.
Conoce los beneficios de estos, en este artículo
Al consumir grasas animales en nuestra ventana de alimentación, podemos disfrutar de una dieta deliciosa, nutritiva y que promueve el bienestar general.
Este artículo se ha basado en 3 estudios sobre las grasas saturadas y sus beneficios en la alimentación:
1. Clínica Mayo:
- Artículo: Grasas saturadas: ¿son buenas o malas para usted? (https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000838.htm)
Este artículo de la Clínica Mayo ofrece una descripción general equilibrada de las grasas saturadas, incluyendo sus fuentes, sus posibles efectos en la salud y las recomendaciones actuales para su consumo.
2. Fundación del Corazón:
- Artículo: Grasas saturadas: ¿cuánto debo comer? (https://cpr.heart.org/es/healthy-living/healthy-eating/eat-smart/fats/saturated-fats)
La Fundación del Corazón proporciona información clara y basada en evidencia sobre las grasas saturadas, incluyendo su impacto en el colesterol y el riesgo de enfermedades cardíacas.
3. Escuela de Salud Pública de Harvard:
- Artículo: La verdad sobre las grasas saturadas (https://www.hsph.harvard.edu/news/hsph-in-the-news/saturated-fat-is-bad-for-the-heart-despite-the-headlines/)
Este artículo de la Escuela de Salud Pública de Harvard presenta una perspectiva más crítica sobre la investigación existente sobre las grasas saturadas, desafiando algunas de las ideas preconcebidas y ofreciendo recomendaciones prácticas para una dieta saludable.
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