RECETA: CALDO DE HUESOS
El caldo de huesos es una bebida nutritiva que, si se consume en pequeñas cantidades, puede ser compatible con el ayuno intermitente, especialmente en ayunos prolongados.
Aquí te dejamos una receta básica para preparar un caldo de huesos que no rompa
el ayuno, ideal para mantener la hidratación y obtener algunos nutrientes
esenciales sin interrumpir el estado de ayuno.
RECETA CALDO DE HUESOS
Ingredientes:
2 kg de huesos (pueden ser de pollo, res, cerdo, cordero o
una mezcla)
2 cucharadas de vinagre de manzana
1 cebolla grande, cortada en cuartos (opcional)
2 tallos de apio, cortados en trozos grandes (opcional)
2 dientes de ajo (opcional)
1-2 hojas de laurel (opcional)
Romero, tomillo y orégano al gusto
Pimienta negra
Sal
Agua
Instrucciones
Si usas huesos de pollo o huesos pequeños, no es necesario
asarlos.
Si usas huesos de res, cerdo o cordero, asarlos en el horno
a 200°C (400°F) durante 30 minutos para mejorar el sabor.
Colocar los huesos en una olla grande o en una olla de
cocción lenta. Añade el vinagre de manzana y deja reposar durante 30 minutos.
El vinagre ayuda a extraer los minerales de los huesos.
Añadir agua:
Llena la olla con agua hasta cubrir completamente los huesos
y un poco más.
Lleva el agua a ebullición a fuego medio-alto. Una vez que
hierva, reduce el fuego a bajo y cocina a fuego lento. Deja que el caldo se
cocine durante al menos 24 horas (en olla común con tapa) o 6 horas con olla de presión.
Cuanto más tiempo se cocine, más nutrientes se extraerán de los huesos. Si usas
una olla de cocción lenta, ajusta en baja y deja cocinar por unas 48 horas
Desespumar:
Durante las primeras horas de cocción, retira la espuma que
se forme en la superficie del caldo con una espumadera.
Colar el caldo:
Una vez cocido, cuela el caldo usando un colador fino para
separar los huesos y desechar los sólidos.
Enfriar y almacenar:
Deja enfriar el caldo a temperatura ambiente. Una vez frío,
guarda el caldo en frascos de vidrio o recipientes herméticos en el
refrigerador. El caldo se mantendrá fresco durante aproximadamente una semana.
También puedes congelarlo para una conservación más prolongada.
Consejos:
Consumo durante el ayuno: Si decides consumir caldo de
huesos durante el ayuno, limítate a una pequeña cantidad, como una taza (240
ml). Asegúrate de que el caldo esté bien colado y no contenga partículas
sólidas.
Beneficios del Caldo de Huesos en el Ayuno Intermitente:
Hidratación: Ayuda a mantener la hidratación, especialmente
durante ayunos prolongados.
Minerales: Proporciona minerales esenciales como calcio,
magnesio y fósforo.
Electrolitos: Ayuda a reponer electrolitos, lo cual es
importante durante el ayuno para evitar desequilibrios.
El caldo de huesos, cuando se consume en pequeñas cantidades
y bien colado, puede ser una herramienta útil para apoyar tu ayuno intermitente
sin romperlo. Asegúrate de escuchar a tu cuerpo y ajustar según lo necesario.
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